La deuda del Ministerio de Trabajo con el Movimiento Sindical y los trabajadores costarricenses

A propósito del primer encuentro con la Ministra de Trabajo

La deuda del Ministerio de Trabajo

con el Movimiento Sindical y los trabajadores costarricenses 

CGT-SG- 24-2010
San José, 12 de mayo del 2010

Licenciada

Sandra Piszk Feinzilber

MINISTRA DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL 

Estimada Señora Ministra: 

Atendemos a su atenta invitación para que nos apersonáramos hoy, no sin dejar de lado las fundadas dudas sobre un Ministerio que debería ser garante de la libertad sindical y que recientemente fue cómplice de una de las páginas más oscuras de la historia del ejercicio de la autonomía sindical en nuestro país.  Nos referimos por supuesto a la intervención de Sintrajap, que ya es objeto de denuncias en el ámbito nación e internacional.  

Sabemos que el suyo es un Gobierno nuevo; sin embargo el Estado es uno y el Estado costarricense ha sido dolorosamente consecuente con su falta de atención a la materia laboral. 

El MTSS tiene una enorme deuda con el Movimiento Sindical y los trabajadores costarricenses: aunque su principal razón de ser es el tutelaje del cumplimiento de las normas de trabajo, según los propios datos del MTSS apenas un 6% de patronos es inspeccionado al año, aunque se sabe que existe un alto nivel de infraccionalidad laboral en los establecimientos de trabajo, tan alto como para hablar de una cultura de incumplimiento patronal.   

El MTSS tiene una enorme deuda con el Movimiento Sindical y los trabajadores costarricenses: el desempleo crece y el que existe tiende a precarizarse.  No obstante, el Ministerio ni siquiera tiene una política nacional de empleo decente. 

El MTSS tiene una enorme deuda con el Movimiento Sindical y los trabajadores costarricenses, porque a pesar de que de manera expresa los artículos 332 y 361 del Código de Trabajo declaran de “interés público la constitución” de sindicatos “como uno de los medios más eficaces de contribuir al sostenimiento y desarrollo de la cultura popular y de la democracia costarricenses” y encargan al Ministerio de Trabajo “fomentar el desarrollo del movimiento sindical”,  el caso es que  las estadísticas relativas a la tasa de sindicalización y de negociación de convenciones colectivas en Costa Rica, muestran que  las normas antes citadas son letra muerta: el MTSS no garantiza ni mucho menos fomenta el derecho a la organización sindical.   Se puede argumentar, como le gusta a la gran prensa comercial, que el sindicalismo es obsoleto y decadente, aunque nuestro Código de Trabajo y la OIT sigan sosteniendo que el sindicalismo es una necesidad imprescindible para desarrollar una verdadera democracia.  Lo cierto es que el propio Gobierno, reconociendo su deuda en materia laboral y, especialmente en materia de negociación colectiva, firmó los compromisos recogidos en el denominado “Libro Blanco” que, como se verá en breve, se convierten en las páginas en blanco.  

Con un presupuesto que apenas cubre los aspectos mínimos de los gastos de operación; sin una flotilla de carros que permita realizar eficientemente el trabajo de campo; con treinta Oficinas de Inspección de las cuales casi la mitad cuenta con menos de tres funcionarios; con inspectores de trabajo que apenas pueden responder a la demanda con graves retrasos y que sin embargo tienen como recargo las funciones de conciliación laboral: no cabe duda de que la Administración del Trabajo no ha sido prioridad para el Estado costarricense. 

Transformar la cultura del incumplimiento en una de garantía de derechos implica la aprobación de normas nacionales e internacionales, pero más aún una práctica que demuestre la voluntad de cambiar, la cual necesariamente debe darse desde el Gobierno de la República, es iluso pensar que nuestros empresarios y el Estado como patrono algún día descubrirán la necesidad de implementar la responsabilidad social empresarial, pues la realidad costarricense nos demuestra constantemente una realidad represiva y restrictiva en el campo privado y público. 

Señora Ministra desde la Central General de Trabajadores la instamos a ser quien impulse esta batalla por reivindicar en el plano nacional de lo que falsamente los gobiernos se vanaglorian en lo internacional: que Costa Rica es un Estado de Derecho, si su gestión apuesta en esa dirección podrá contar con nuestras organizaciones como sinceros aliados. 

Atentamente por la Junta Directiva Nacional
 

CARLOS JOSE CABEZAS MORA

SECRETARIO GENERAL
 

C.I.  Movimiento Sindical y Popular

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